sábado, 7 de junio de 2014

Cómo organizar el armario aprovechando el cambio de temporada

Tienes un montón de ropa en el armario, pero siempre te pones lo mismo, ¿te suena esta cantinela? No sirve de nada que compres, compres y compres si no lo sabes organizar. El cambio de estación es la excusa perfecta para poner orden en el armario, despedirnos de las prendas de invierno (los estadounidenses, que tienen términos para todo, lo llaman «Spring cleaning», limpieza de primavera) y dar la bienvenida como se merece a la ropa de nueva temporada. 




Es necesario tener las prendas de ropa separadas por estaciones, ya que no es lógico tener un jersey de lana al lado de un vestido ibicenco. De ahí que al menos dos veces al año, una mujer debe organizar su armario, revisando y analizando el contenido de éste de cara a la temporada que corresponda en cada momento. 

Antes de entrar en materia y empezar a organizar tu armario, has de tener en cuenta lo siguiente:

  • Necesitarás al menos 3 horas de tu tiempo sin que nadie te moleste. Puedes poner música agradable para que se haga menos aburrido, o prepararte un refresco o un zumo para hacerlo más llevadero. Si tienes una persona objetiva que te pueda ayudar muchísimo mejor, si no, hazlo tú misma o busca ayuda de un experto. 

  • Necesitarás un espejo de cuerpo entero y ropa interior de calidad, esa que mejor te sienta, con el objetivo de probarte aquellas prendas que consideres antes de tomar la decisión de guardarlas o descartarlas.

  • Es recomendable haber hecho un estudio de color personalizado para saber qué colores te vienen bien, para así conseguir que todas tus prendas coordinen fácilmente y no tengas colores que te hacen palidecer y te den aspecto de cansada o poco saludable. (Para saber qué colores os favorecen, podéis consultar otra de mis publicaciones anteriores: ¿Cuál es tu armonía de color?).

 

1) Vaciar y limpiar el armario


Lo primero que haremos será quitar todas las prendas del armario y ponerlas encima de la cama. A continuación
quitaremos el polvo, pasaremos el aspirador, limpiaremos las paredes con un paño húmedo o un producto especial para maderas, y pondremos productos antipolillas o ambientadores en su interior.


 

 

2) Revisar y clasificar las prendas



A medida que vayamos vaciando el armario, iremos haciendo montones de ropa que agruparemos de la siguiente manera:  


Grupo 1: Ropa que te quieres quedar (conservar)


En este montón pondremos aquellas piezas que utilizamos de forma habitual, las que nos favorecen, las que estén bien conservadas y que sean de nuestra talla

El paso siguiente puede pareceros más o menos divertido aunque algo cansado pues se trata de probártelo todo o casi todo! Esto, aunque puede ser exhaustivo, es súper recomendable pues solo de esta forma sabrás qué prendas creías que te quedaban bien pero, ups, ya no te sientan, y cuáles en realidad ya no te gustan, o ya no van con tu estilo actual. Relájate y tómate tu tiempo probando distintas combinaciones para llevar tus prendas. 




Por ejemplo: coge tu camiseta o camisa preferida y pruébatela. Busca prendas para la parte de debajo del mismo tono o complementario para crear un conjunto completo. Busca chaquetas, cazadoras o chalecos que vayan bien con el conjunto.

Ahora pruébate esa misma camiseta con el resto de tus faldas y pantalones. Verás que existen nuevos looks que nunca habías pensado antes y que ahora que los ves frente al espejo te parecen más interesantes.

Lo siguiente es probarte tu siguiente camisa o blusa favorita y combinarlo con todas las partes de abajo que tengas además de otra parte de arriba ya sea chaqueta, cazadora o rebeca y así sucesivamente con el resto de la ropa.

La idea es que te des cuenta de que tienes un ropero completo de ropa al alcance de tu mano. No se trata solo de prendas sueltas, sino de conjuntos coordinados.


Con este ejercicio te habrás dado cuenta que hay prendas que no combinan con el resto de la ropa que tienes. Quizás se trate de un color que no te favorece o simplemente sea que el corte o el estilo no es el adecuado para ti. Si no te convence esa prenda, retírala del armario y ponla con las prendas para regalar. Si crees que lo único que esa prenda necesita es otra prenda para crear un conjunto, apunta lo que necesites en tu lista de futuras compras y llévala contigo en tu próxima salida. 

Una vez terminadas las pruebas, las prendas que hayamos conservado las colocaremos dentro del armario. Esto nos servirá para ver las piezas que realmente nos faltan.

Aquellas prendas que sean de otras temporadas, pero que son de calidad y que pueden combinarse con otras prendas más actuales, las podemos conservar para reutilizarlas y darles un aire nuevo. 


Grupo 2: Ropa que ya no quieres  (donar/regalar, vender o tirar)


La decisión de retirar prendas del armario es la que entraña mayor dificultad ante el temor de deshacerse de piezas que en un futuro se puedan echar en falta. Si hay alguna prenda que no estás convencida de eliminar, guárdala en una caja por el momento, para que no te puedas arrepentir, pero que no ocupe un espacio del armario.

Eliminaremos por ejemplo, las prendas que no nos gusten, las que estén muy usadas o mal conservadas (bolitas, desgastadas …), las tallas que ya no hay manera de que encajen con nuestra figura actual, aquellas que hace más de 2 temporadas que no nos las ponemos o las que sean de colores poco favorecedores.

Regálalas o dónalas si están en buen estado, es una buena acción que no te cuesta nada y ayudas a otras personas. Podéis llevar estas prendas a un contenedor de ropa usada o a un centro de ayuda al necesitado, y así las aprovecharán personas que podrán darle una segunda vida.


 

Si la ropa está en buen estado, o incluso sigue con la etiqueta de compra colgando, igual se le puede sacar provecho económico, gracias a la magia de internet. Existen varias páginas web, especializadas en la venta (y la compra) de ropa de segunda mano y de «outlet». Una de ellas es Closket, denominación que proviene de la fusión entre las palabras «Closet» (armario) y «Market» (mercado).

Es tan fácil como darse de alta creando un perfil (incluso puede ser anónimo), como si se tratase de una web de «social media» y proceder a subir las fotos de la ropa que se quiera vender. Lo mejor es que no hace falta ser experto en informática para hacerlo. Las fotos se pueden subir directamente desde un smartphone, además de rellenar los datos del producto, como talla, material etc. Es el mismo usuario el que decide el precio final y la web se lleva una comisión sobre él (que viene detallada en todo momento). Cuando alguien compra el artículo, llega un aviso al email del usuario para que haga llegar la prenda en cuestión a las oficinas de Closket, por correo, y a cobro revertido. Una vez pasado el control de calidad, para asegurarse que el producto es el mismo que se subió a la web y está en el estado indicado en su descripción, hacen el ingreso en la cuenta bancaria facilitada. Así de fácil! (No puedo deciros que tal funciona porque nunca lo he probado, pero está bien saberlo). 

La ropa que no esté en condiciones, sí deberías de tirarla. 


Grupo 3: Ropa que quieres pero que necesita arreglos


Es aquella que podemos volver a ponernos si le hacemos algún pequeño arreglo de sastrería, o incluso un DIY (Do it yourself). Ajustar un vestido, unos tirantes, subir un bajo, teñir… son pequeños arreglos que pueden hacer que queramos volver a ponernos esas prendas que teníamos olvidadas en el armario. 

 
Este montoncito puedes organizarlo dentro de una bolsa de tela o en un cajón de tu armario, e ir sacando las prendas de ahí según las vayas arreglando.



3) Criterios para organizar el armario



Organiza toda tu ropa de acuerdo a la estación en curso e intenta guardar ropa de las diferentes temporadas en otro lugar. Por ejemplo: en una caja debajo de tu cama, en un baúl, en una cómoda, etc... Si no tienes suficiente espacio, utiliza un rincón poco accesible de tu armario para ubicar estas prendas. 

Es hora de colocar las prendas en el armario, y podemos hacerlo siguiendo varios criterios:
  • Por tipo de prenda: chaquetas, pantalones, faldas, abrigos, vestidos...
  • Por colores: del más claro al más oscuro. 
  • Por tipo de uso: ropa de trabajo, ropa de ocio, ropa para ocasiones especiales, ropa para estar en casa… 
 
Sitúa en lo alto del armario las prendas de menos uso. Compra grandes cajas de cartón y almacena ahí la ropa que no es de temporada, situándolas en la balda de arriba. Si quieres guardar alguna prenda que le tengas cariño, guárdala en una caja aparte en otro lugar. No necesitas encontrarte con el jersey que tejió tu abuela cada vez que abras el armario.
  
Una de las reglas fundamentales a la hora de colgar la ropa es utilizar una percha para cada prenda, ya que normalmente no nos ponemos lo que no vemos. Utiliza perchas de calidad que sean de madera o plástico duro y deshazte de las perchas de alambre que no hacen más que deformar la ropa. (Ver post: Cómo colocar correctamente las prendas en los diferentes tipos de perchas...Cada percha con su pareja).

Es importante que una parte del armario esté destinada a la ropa corta, como camisas, y otro para la ropa larga, como vestidos abrigos y otras prendas largas. 

 

4) Organizar la ropa que va colgada

 
Camisas y trajes

Si puedes colgar las camisas en perchas individuales, estarán siempre impecables. Una buena opción es colgarlas en perchas antideslizantes con el botón de arriba abrochado.

Pero si el espacio del armario es reducido, aprovecha las que utilices para los pantalones. Si además procuras que estas prendas y los pantalones de la misma percha sean del mismo color, o que sus tonos combinen juntos, ahorrarás tiempo buscando qué ponerte. 

En cuanto a los trajes, ponlos todos juntos en la misma parte del armario. Si conservas la percha en la que estaba colgado cuando lo compraste, mejor. Las hombreras pierden su forma en soportes inadecuados.


Vestidos y faldas 

Los vestidos pueden clasificarse de 3 maneras diferentes: por colores, teniendo en cuenta de qué temporada son (si son de verano, invierno o entretiempo), o según el estilo (formal, informal). Por ejemplo: vestidos de verano, vestidos para el trabajo, vestidos casual, vestidos de noche, etc.  

Cubre los vestidos más delicados (vestidos de boda, de fiesta...) con bolsas para trajes y cuélgalos en uno de los extremos de la barra para colgar, así te molestarán menos y no se estropearán.

Para las faldas, lo mejor son los colgadores o perchas con pinzas, en los que podrás colgar más de una.


Pantalones 

Los pantalones de pinzas o aquellos que se arruguen mucho procura colgarlos en perchas. Se mantendrán como nuevos si los sujetas por la parte inferior. Si además los agrupas por colores, te será mucho más sencillo localizar los que quieres rápidamente.

Otra opción es utilizar perchas múltiples donde puedes colgar hasta cuatro pantalones juntos ocupando así menos espacio.

También los pantaloneros son muy prácticos, pero éstos deberían de venir incorporados en el armario desde el inicio porque luego será más complicado adaptarlos al tamaño de nuestro armario.

Los vaqueros u otros pantalones de sport pueden doblarse y guardarse en un cajón o en un estante, poniendo los más claros arriba y los más oscuros abajo.

 
Abrigos y cazadoras

Los más delicados y valiosos los guardaremos dentro de fundas, preferiblemente de tela, y los abrigos y chaquetas de diario o bien los guardamos en un perchero o burro o también en el armario.


5) Organizar la ropa que va doblada


En lo relativo a la ropa doblada, podemos usar las baldas para la más voluminosa, como jerséis y camisetas, y los cajones para la ropa interior y los complementos. En general, a la hora de doblar no hay que hacer más de tres pliegues, ya que la prenda gana volumen y ocupa más.


Camisetas y jerseys

Las camisetas, los jerseys y las prendas de lana pueden doblarse pero con cuidado de no arrugarlas y sin hacer grandes montones. Debes tener un acceso fácil a ellas y que las prendas de abajo no soporten casi peso. Podemos guardarlas en un cajón o en uno de los estantes.

Deberíamos de colocar las camisetas de manga larga en la misma balda, cerca de las manga corta y ordenadas por colores lisos o tonos de estampado. ¿El motivo? algunas las podemos aprovechar unos meses más como los tops o camisetas si le añadimos una chaqueta o blazer. Esto ayudará a encontrar lo que queremos ponernos y a no ponernos siempre lo mismo.


Ropa interior y calcetines

El mejor modo de ordenar la ropa interior es contar con una pequeña cajonera. Divide el interior de los cajones con un sistema de tablillas o con un sencillo organizador básico de tela.
 


Los calcetines ni en bola, ni uno dentro del otro. Dóblalos por la mitad y colócalos de lado creando una fila. Los clips para las parejas requieren tiempo: hay que ponerlos y sacarlos. 


6) Organizar el resto de accesorios 


Joyas y complementos

Una de las cosas que más quebraderos de cabeza nos trae son las joyas y los complementos. Utiliza baldas a media altura para colocar sombreros y gafas de sol y cuelga tus collares por colores en un colgador especializado.


Puedes aprovechar la cara interna de las puertas para poner un colgador para cinturones, pañuelos o bolsos pequeños. Si tienes muchos pañuelos, fulares y pashminas, quizá debas hacerte con un colgador de aros. Es cómodo, porque no hace falta tener todo doblado.


Bolsos y zapatos

Los bolsos y zapatos tienen su lugar propio. Colócalos de tal manera que puedas acceder a ellos sin dificultad.

Guarda los zapatos que no te pones a diario en cajas transparentes para que te permita ver los zapatos que hay dentro sin necesidad de abrir las cajas. El calzado de temporada ponlo a la vista en un zapatero adecuado.


Consejos finales


Para mantener el orden en tu armario debes evitar que éste se llene completamente. Un armario ordenado sin margen de maniobra, hará que todo vuelva a desordenarse al poco tiempo de uso. Es vital que te deshagas de aquellas cosas que ya no usas para que no ocupen espacio innecesariamente.  

Además en muchas ocasiones la distribución del propio armario no ayuda, ya que no suele tener suficientes compartimentos. Este problema tiene fácil solución gracias a los organizadores de ropa y calzado que existen actualmente en el mercado (como por ejemplo los que puedes encontrar en Ikea, marca líder en aprovechamiento de espacios). Diferentes piezas en las que podrás colocar cómodamente todas tus prendas y accesorios, facilitándote así la tarea de la elección de cada día y, por supuesto, ayudándote a mantener siempre el orden. Ejemplos:  

  • percha con 28 círculos en la que podrás colocar cinturones, pañuelos, fulares y similares sin ocupar más espacio que el de una percha común. 
  • columna de tela con 7 compartimentos la podrás colgar en la barra y utilizarla no solo como estantes, sino que sus laterales también tienen bolsillitos en los que podrás seguir almacenando más complementos. 
  • canastillo de 9 casillas para complementos en las que podrás tener en orden calcetines, cinturones...
  • cajas con ventanilla frontal para que veas su interior, ideales para guardar los zapatos.


 


Aunque no podamos tener un vestidor (uno de mis sueños), debemos pensar en la organización del armario como si tuvieramos uno. La idea es pensar en cómo podemos tener todo a mano y siempre dar prioridad a lo que más usamos!

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