martes, 19 de agosto de 2014

Anatomía del zapato de mujer

La fabricación de zapatos utiliza una serie de términos específicos para definir algunas de las piezas que son solamente aplicables al calzado, y para saber un poquito más y conocer mejor dichos términos, hoy os traigo las partes del zapato de mujer.



Cambrillón: Pieza interior situada en la zona de quiebre del zapato, por debajo de la palmilla. Evita que el zapato se parta por el peso en dicha zona. Puede ser de hierro o de madera. 

Palmilla: Situada en la zona del pie en el interior del zapato. Suele ser de distintos materiales: principalmente de suela (cuero vacuno curtido). 

Plantilla: Pieza donde apoya el talón del pie en el interior del zapato. Puede ser media o entera. Se sitúa encima de la palmilla y es de badana o de cuero. 

Suela: Parte del zapato en contacto con el suelo y que llega al final del quiebre. Puede ser de suela, cuero o sintético (látex, poliuretano, etc). 

Cerco: Zona exterior de la palmilla. 

Puntera: Situada en el tope del zapato, pieza interior que se sitúa entre la piel y el forro que sustenta la forma de la puntera. 

Pala / Escote: Parte que cubre el empeine hasta el principio de los dedos. Zona externa del zapato. 

Puente / Quiebre: Zona intermedia que se corresponde con el puente del pie. Según la curvatura, así será la altura del tacón. 

Contrafuerte: Zona opuesta al tope. Sirve para mantener la forma de la zona posterior del zapato. 

Forros: Piezas interiores que se sitúan en los costados y traseras interiores. Se ponen para que el zapato no manche y para reforzar una piel que pueda resultar fina. Suelen ser de cuero o textil. Los zapatos sin forro se denominan mocasines. 

Tacón: Zona del talón externa del zapato. En varias alturas que van en función del puente. Puede ser de madera, plástico, forrado de suela, de piel o macizo de suela. 

Tapa: Parte final del tacón que está en contacto con el suelo. 



Imagen cedida por Calzados Rosi

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