La elección del traje de novio

Casi siempre cuando hablamos de trajes de bodas ponemos énfasis en la novia, pero el novio no tiene por qué quedarse atrás ya que también es un día sumamente importante para él y único en su vida. Él debe estar a la altura de su compañera para que juntos brillen ese día siendo la pareja perfecta.

El traje del novio deberá ser impecable al igual que el de la novia. Esta elección puede parecer algo muy sencillo, pero no es así. Para encontrar el traje de novio perfecto, primero debe saber cuál es el estilo que se adapta mejor a su personalidad, tener en cuenta el horario y lugar donde vaya a celebrarse la ceremonia, y fundamentalmente, conocer la anatomía del novio en función de su figura (para conocer cuál es vuestro tipo de silueta podéis consultar otro de mis post: Tipos de siluetas masculinas).

TIPOS DE TRAJES

Las opciones para el novio no son tan variadas como en el caso de los trajes de novia, en principio hay 3 y la elección dependerá de lo suntuosa que sea la boda: Chaqué, Traje tradicional, y Frac. Éste último es menos utilizado ya que no es lo más apropiado para una boda, pero si el novio y la novia así lo desean puede optarse por el mismo.

► El Chaqué

El chaqué es muy clásico, absolutamente elegante y sobrio, generalmente es un traje ideal para aquellas bodas formales y distinguidas que se realicen durante horas del día.

Es conveniente considerar que si el novio viste chaqué, los padres de los contrayentes y testigos también deben hacerlo.

 

La chaqueta negra o gris es de solapas clásicas y tiene 2 faldones separados en la parte trasera. Acompaña un pantalón que puede ser gris oscuro, o con finas rayas verticales negras. 

 

La camisa es blanca de cuello rígido, puños dobles para gemelos, y se luce con corbata gris o negra de nudo Ascot, o bien con plastrón, corbatón ancho que cubre el centro de la pechera de la camisa, y puede lucir un alfiler de perla decorativo.

El traje se complementa con chaleco gris, y zapatos lisos negros.

 

 

 

► El traje tradicional

El traje es por excelencia uno de los atuendos más destacados a la hora de elegir la vestimenta para un novio. Debe mantener cierta elegancia y refinamiento, por lo que no cabe llevar el mismo traje que se utiliza a diario.

  

Es ideal para bodas civiles, o celebración de bodas semi formales o informales, durante horas del día. Los tonos más usados son gris, azul marino o beige.

Se podrá combinar muy elegantemente con algún complemento de color, como una fina corbata, o boutonniere (palabra francesa que significa ojales, son pequeños ramilletes o arreglos florales colocados en el ojal de la solapa izquierda del traje), logrando un armonioso equilibrio.

Para dar un toque de alegría a la sobriedad de este traje, se puede conjugar con chalecos más llamativos, o con una corbata del color de la camisa. Hoy se combinan estilos, colores y texturas para crear elegantes y modernas tendencias.

En cuanto al calzado, para un traje color gris, lo adecuado es vestir zapatos negros, si el traje es azul, lo ideal es calzado del mismo color, y para un traje beige, calzado color café o marrón.

 

► El Frac

Por último y menos utilizado el frac, es bastante parecido al chaqué pero se diferencian ya que la chaqueta del mismo, es un poco más larga y termina en pico, no permite complementarlo con corbatas, sino más bien se lleva pajarita de gran tamaño y en color blanco. 

Es el traje de máxima etiqueta para la noche, y para una elegante boda formal de rigurosa etiqueta, aunque no es muy usual como traje de matrimonio, a menos que el novio sea muy conservador. 

 

El traje de gran gala consta de chaqueta negra, que por delante y hasta la cintura es corta, y por detrás tiene dos faldones en pico que caen junto al cuerpo. Las solapas suelen ser de seda mate. 

Los pantalones son de corte recto y lisos, con una cinta lateral de seda de 2 cm. de ancho. Conjuga con camisa blanca de cuello paloma, con puños para gemelos, y corbata moño de piqué blanco. Lo complementa un chaleco liso o rayado, y se luce con zapatos negros de charol.

Es una opción que el novio puede adoptar como segundo vestuario una vez que la novia haya decidido cambiar su traje nupcial, ya que no suele optarse por esta opción para la ceremonia, pero queda a criterio y gusto del novio.

  

En definitiva, para elegir el tipo de traje más adecuado y armónico, se tendrá en cuenta el lugar de la boda y la hora de la celebración, poniendo especial cuidado en la formalidad o informalidad del evento, sin perder jamás de vista la personalidad del novio!