El caftán
(también denominado haftān en persa, qaftān en árabe y kaftan
en turco), es una especie de túnica larga y tradicional que llegó a Marruecos
siglos atrás. Se conoce que es de origen persa (se cree que su origen pudo
estar en Mesopotamia hace más de 4000 años), y que fue introducido por los
conquistadores árabes en el norte de África.
Asimismo,
existen hasta el día de hoy caftanes datados del siglo XVIII expuestos en
varios museos. Yves Saint Laurent, en busca de sus orígenes argelinos, conoció
esta túnica. Como ya tenía camino andando en la creación de prendas, la retomó
para darle un nuevo aire de sofisticación y presentarla en sus pasarelas,
convirtiéndose en el primer modisto occidental que propondrá entre sus
colecciones 160 trajes marroquíes adornados, con su firma.
► Origen y evolución
El caftán es
una pieza emblemática de la indumentaria femenina marroquí, que guarda una
historia milenaria tan compleja como el trabajo de sus telas.
Este atuendo de
gala era exclusivo de los varones pertenecientes a la nobleza. Desde Bagdad
hasta Córdoba, desde Damasco hasta Estambul, el caftán ha recibido múltiples
influencias a lo largo de los siglos hasta convertirse en la prenda emblemática
del Reino de Marruecos en los siglos XI y XII. Pero hubo que esperar hasta el
siglo XVII para que formara parte de la vestimenta femenina para nunca más
apartarse de ella.
En el siglo
XIX, época de gran expansión económica para Marruecos, el caftán se ve por
primera vez junto al brocado lionés o las sedas importadas de China. Desde
entonces, se ha vuelto una fuente inagotable de expresión artística.
Cabe señalar
que el caftán marroquí, ha inspirado a muchos diseñadores del mundo occidental,
tales como Yves Saint Laurent, Jean Paul Gaultier, Christian Lacroix,
entre otros.
Los caftanes
eran diseñados para las familias adineradas o para los sultanes, elaborados en
seda y bordados muy caros como seña de riqueza. A mayor riqueza se usaban telas
más costosas como los tafetanes y los tejidos bizantinos (telas muy ricas), y
en personas de pocos recursos se hacían de tejidos más sencillos como la lana, el
lino o el algodón.
En su diseño
más tradicional, el caftán cubría los brazos en su totalidad y las piernas
hasta la mitad o por completo, no tenía cuello y poseía una abertura por delante
que se cerraba por medio de una larga serie de botones. Actualmente, los diseñadores
han ido modificando el caftán original adaptándolo a las peculiaridades de la
sociedad del siglo XXI. Confeccionado con telas suaves, vaporosas,
transparentes, estampadas, con pedrería o con bordados, el caftán es una de
esas vestimentas que, aunque sufra modificaciones en su diseño, conserva su
esencia ancestral.
El caftán es
por tanto, a día de hoy, una mezcla de civilizaciones a través del tiempo.
► Caftán para el día
Para la playa, lo mejor es tratar de conseguir un caftán de
un tejido natural como el algodón, que nos ayudarán a estar más frescos y a
llevar mejor las altas temperaturas.
Para lucir un caftán de estilo boho
podemos acompañar nuestro caftán con un sombrero de ala ancha, unas sandalias de cuero planas y un bolso de rafia o un capazo.
Si queremos lucir el caftán en entornos diferentes al playero, tenemos varias opciones. Por un lado, lo podemos utilizar el caftán a modo de vestido, corto o largo, en función de nuestro gusto, y darle un toque chic seleccionando los complementos adecuados: unas sandalias con algún elemento plateado o dorado, un clutch o un bolso pequeño con cadenita, algo de joyería o bisutería... cualquier accesorio que le aporte un toque más sofisticado.
Otra opción sería combinar el caftán estampado con unos pantalones pitillo. Una buena manera de lucirlo sería con un pantalón blanco para que así la parte superior adquiera protagonismo; y si el caftán es más discreto y no tiene ningún tipo de dibujo, podemos combinarlo con pantalón que vaya a juego con alguno de los tonos de la parte superior. Para completar nuestro outfit podemos añadirle unas sandalias, planas o con algo de tacón, un bolso tipo sobre y algo de bisutería (unos pendientes, un collar, unas pulseras).
► Caftán para la noche
El caftán no solo está pensado para estilismos
informales sino que también podemos recurrir a él para asistir a eventos un
poco más formales. Todo dependerá del diseño elegido, siendo algunos de ellos impresionantes para la noche.
Para lucir un caftán en un evento de noche, debemos
de buscar un modelo en una tela de lujo como la seda y elegir un diseño más
largo y ajustado, o añadir un poco de encanto seductor eligiendo uno compuesto
de capas o de tela transparente.
En este caso, acompañaremos el caftán con unas
bonitas sandalias con algo de tacón, y con algún complemento de joyería
vistoso (unos pendientes de colgar, una pulsera o una gargantilla). Una vez más
un gran cinturón de oro o plata se sumará a la sensación de lujo del conjunto,
resaltando sobre todo una cintura estrecha.
Además de su comodidad y gran versatilidad, otra gran ventaja del caftán es que se
adapta a todo tipo de mujeres, es decir, a cualquier talla y figura,
dependiendo del estilo que cada una elija, sirviendo para realzar nuestros
puntos fuertes o para disimular aquellos defectillos que no queramos mostrar. Os pongo un par de ejemplos: Los caftanes de manga larga con cuello en V bajo son
increíblemente favorecedores para las mujeres con un busto más grande. Para las que quieran marcar figura, pueden optar por
ajustar su caftán con un cinturón ancho de cuero para que su cintura se vea
pequeña.
Así que ya sabéis, no dudéis en sacarle partido a este prenda este verano!
Así que ya sabéis, no dudéis en sacarle partido a este prenda este verano!
Las prendas son preciosas, coloridas y fresquitas para llevar este verano, muy chulas Rachel!
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