El 23 de junio se celebra la mágica noche de San Juan, fiesta antiquísima con nombre de santo y pinceladas de brujería, la supuesta noche más corta del año (en realidad es el día 21 de junio,) hace honor a la llegada del verano desde lugares de todo el mundo.
España, Portugal, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Estonia y Reino Unido son los países europeos que más arraigada tienen la tradición, unida siempre a los prehistóricos ritos paganos, aunque dependiendo del sitio, con diversas modificaciones.
Como una especie de homenaje ritual, los principales protagonistas de la noche son el sol y la purificación de los pecados del hombre, de ahí las hogueras. Así, pese a que el solsticio de verano es tres días antes, la Iglesia decidió adaptar la festividad con la del santo ya mencionado.
Sus orígenes
Todos los años, el 23 de junio a las 12 de la noche, los más supersticiosos y los más fiesteros realizan varios rituales para aprovechar las energías mágicas de la noche de San Juan. Pero, ¿de dónde viene esta magia?
La observación del Sol y el culto al fuego son tan antiguos como la humanidad. Los hombres de la prehistoria pronto comenzaron a darse cuenta de que, a partir de un determinado momento, el Sol perdía su fuerza y los días se hacían cada vez más cortos. Desconcertados, llegaron a temer que el astro rey no volvería a salir jamás, y la noche y el frío se cernieran sobre ellos para siempre. Fue por este motivo por el que se comenzaron a realizar los primeros rituales de adoración al Sol, las primeras «fiestas de San Juan», bajo los nombres más variados y las lecturas más variopintas.
Por otro lado, la tradición cristiana celebra la famosa «noche de San Juan» el 24 de junio, en homenaje al nacimiento de Juan Bautista (quien preparó a la humanidad para la llegada de Jesús). En sus orígenes fue una adaptación del culto pagano a las enseñanzas de la Biblia, basadas en la gran hoguera que Zacarías encendió después de que naciera su hijo Juan y saltara por encima de las llamas recitando cánticos de alabanza a Dios para anunciar la buena nueva. Una escena que ocurrió, según las Sagradas Escrituras, después de que Zacarías recibiera en sueños el mensaje del Arcángel Gabriel anunciándole su próxima paternidad y éste, por su falta de fe, no le creyera.
Disputas sobre la fecha de celebración
En aquellos lugares donde la celebración se liga a la fiesta de San Juan (24 de junio) y no a la efeméride astronómica del solsticio de verano (21-22 de junio) existe una disputa sobre cuál es la auténtica "noche de San Juan".
Si bien cabe entender que a partir de las 0:00 horas ya se trata del 'día de San Juan' y, por tanto (al ser de noche en las zonas lejanas al círculo polar ártico) esas primeras horas puedan considerarse 'noche de San Juan', lo habitual es entender que la noche de un determinado día no se refiere a las primeras horas del mismo sino a las últimas, una vez que ya se ha puesto el Sol.
Esta diferente interpretación da lugar a que en algunos lugares (ej. Almería, A Coruña o Barcelona) las celebraciones tengan lugar la noche del 23 al 24 de junio, y en otras tengan lugar la noche del 24 al 25 (ej. Hogueras de Alicante). Por otro lado, no es extraño que en algunos lugares la celebración se extienda a las dos noches en función del espíritu festivo de cada sitio.
Rituales
► Fuego purificador
La noche de San Juan se celebra con motivo de la llegada del solsticio de verano, cuyo rito principal es encender una hoguera y saltarla para ahuyentar la brujería y el mal de ojo de las “meigas” (nombre típico de los malos espíritus gallegos). En
sus orígenes, la finalidad de este ritual era darle más fuerza al sol
que, a partir del 21 de junio se iba haciendo más débil y con él los
días se iban haciendo más cortos hasta el invierno. Con esto se marca el
inicio del verano y con ello que a partir de ahora tendremos los días
más largos del año con 15 horas de luz al día. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.
Las hogueras se encienden llegado el día 24, es decir, pasada la media noche. Toda Galicia arde en esta noche de norte a sur y de este a oeste. Se levantan cacharelas "hogueras" en cada casa; cada parroquia y cada barrio. La vista desde el aire es de miles de diminutos puntos repartidos por todo el territorio.
Además, en la ciudad de A Coruña, la fiesta ha logrado el mérito de ser considerada como Fiesta de Interés Turístico Nacional. La ciudad entera sale a la calle a festejar su noche más mágica, pudiendo encontrar hogueras en todos los barrios de La Coruña, siendo de especial relevancia la gran concentración de gente en las playas de Riazor y Orzán, en pleno corazón de la ciudad. Los coruñeses celebran la llegada del verano con multitud de hogueras, sardiñadas y buen ambiente en una fiesta que cada año atrae un mayor número de turistas, principalmente nacionales, que se ven atraídos por esta atmósfera festiva, por las verbenas y los fuegos artificiales que se lanzan desde la explanada de Las Esclavas.
El fuego dará protección todo el año a aquellos que se atrevan a saltar por encima de las llamas. En Galicia el ritual marca que es necesario saltar nueve veces mientras que en Alicante y Valencia siete es el número mágico.
Si cuando se está saltando al fuego se arroja una trenza hecha con flores o cintas de colores a la persona amada, y ésta la recoge antes de que caiga, habrá felicidad entre ambos y buena fortuna.
► Agua, fuente de salud y fertilidad
El rito purificador de las hogueras se completa de otro rito con agua: darse un baño en el mar durante la noche de San Juan, asegura salud para todo el año. Si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se consigue también la eliminación de energías negativas y aumentar la fertilidad femenina.
El
agua de manantial recogida la mañana siguiente a la noche de San Juan
tiene propiedades curativas y ahuyenta el mal de ojo. Asimismo, lavarse la cara y el pelo con esta agua o la de rocío de la noche de San Juan asegura salud y belleza para el resto del año.
► Tierra y hierbas medicinales
En Galicia se recogen plantas aromáticas de varias clases (romero, menta, manzanilla, rosas...) que se dejan en agua toda la noche para lavarse la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras. Por eso cada 23 de junio los Mercados de Abastos huelen por la mañanas a flores silvestres, que se venden por ramilletes en puestos ocasionales durante ese día.
Una vez utilizadas las plantas, hay que colgarlas en la ventana de casa hasta la celebración del próximo año para recibir así la bendición de San Juan.
► Gastronomía
La comida típica de esa tarde-noche son los cachelos (patatas asadas con su piel, que se retira luego) y las sardinas asadas, que en el mes de junio están en su mejor época, y que se asan al aire libre sobre las hogueras, y que se sirven con vino tinto y empanada.
La bebida típica es la Queimada, poción mágica de aguardiente con frutas y mucho azúcar que se quema en una marmita y se recita un hechizo durante la preparación.
Las interpretaciones son infinitas y la fiesta ha tomado numerosos nombres en otras muchas culturas de la antigüedad. Así que tienes donde elegir. Pero no te olvides de «quemar lo malo» y comenzar mañana con lo bueno. Por si acaso!
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