El año está a punto de terminar y cada 31 de diciembre son muchas y muy variadas las tradiciones, ritos o costumbres que se dan cita en la última noche del año en los hogares de gran parte del mundo para recibir el año nuevo. Hoy voy a contaros cuáles son las típicas aquí en España, y algunas de las más curiosas alrededor del mundo.
Nuestras tradiciones
► Comer doce uvas
Es la tradición más antigua y más seguida en nuestro país. Se debe de tomar una uva al son de cada campanada que marca la medianoche (una por cada mes del año). Este rito traerá la buena suerte para el año que empieza. Se dice que para potenciar la suerte, mientras se comen las uvas, hay que visualizar cómo te gustaría que fuera el año que entra. Otra opción es pedir 12 deseos para el año nuevo, uno por cada campanada. Los más supersticiosos aseguran que a aquel que logre comerlas de forma sincronizada con las campanadas, le espera un gran año.
Esta costumbre se remonta a principios del siglo XX y, según la teoría más afianzada, por esos años hubo un excedente de uva en las cosechas de Alicante y Murcia, lo que generó que se tome como símbolo de un nuevo año que comienza. Además, hace que durante la última noche de cada año se consuman más de 500 millones de uvas en todo el mundo.
► Ropa interior roja
Es una de las tradiciones más modernas, pero de las más seguidas. Se considera que da buena suerte y atrae el amor en un futuro próximo. Además, esta costumbre tiene sus variantes: en parte de Latinoamérica se cree que si la lencería es amarilla, se conseguirá prosperidad y bonanza económica, si se lleva verde lo que buscamos es la salud, y si se lleva del revés, habrá un buen año de compras.
► Meter una joya de oro en la copa de champagne
Para no tener problemas económicos en el año que entra, hay quien asegura que lo mejor es meter un anillo, una pulsera u otra joya de oro dentro de la copa con la que vayas a brindar.
► Pisar el suelo con el pie derecho
Otra costumbre consiste en pisar el suelo con el pie derecho nada más entrar el año. Otra opción es salir fuera cuando den las campanadas y volver a entrar con el pie derecho por delante.
► Escribir tres deseos
Se trata de escribir tres deseos en tres trozos de papel diferentes y mantenerlos pisados mientras se acaba el año. Una vez inaugurado el nuevo año, han de quemarse los papeles. Así, los más supesticiosos aseguran que se cumplirán a lo largo de los 365 días.
► Encender velas
Si lo que interesa es conseguir paz interior, habrá que encender una vela de color azul; amarilla si se persigue prosperidad económica; roja si se busca pasión; y naranja si lo que se quieren conseguir buenos resultados en temas relacionados con la capacidad intelectual. Eso sí, hay que tenerlas encendidas todo el día 31.
► Abrir todas las puertas y ventanas
Para deshacerse de todo lo malo que ocurrió durante los últimos doce meses, se recomienda abrir de par en par las ventanas y las puertas de la casa, para dejar que los malos recuerdos se vayan para siempre y entre por ellas la suerte.
► Maletas en la puerta
Si lo que se desea es que el nuevo año llegue cargado de viajes, hay que recorrer todas las habitaciones de la casa con una maleta el día 31 y dejarla al lado de la puerta principal de la casa. Debe recorgerse y guardarla en el armario el 1 de enero por la mañana.
► Saltar siete olas
Para los que puedan pasar la Nochevieja cerca del mar, es un requisito indispensable saltar siete olas y pedir siete deseos justo en la medianoche. Es una tradición que se remonta a la raíz cultural africana de los esclavos.
¿Cómo lo celebran en el resto de Europa?
Las costumbres cambian dependiendo del país en el que vivamos, veamos algunas de las más llamativas que podemos encontrar a lo largo y ancho de Europa:
► INGLATERRA: Un primer visitante varón y con pelo oscuro
Inglaterra es uno de los países más puntuales del mundo, eso es innegable. Y fin de año no es la excepción, ya que llegar a tiempo es la clave de su tradición: el First Footing o Lucky Bird. Esta tradición consiste en que la primera persona que pisa la casa donde se celebra la fiesta después de las 12, decidirá la suerte del año entrante. Al llegar la medianoche, la familia abre la puerta de atrás para despedir el año viejo y esperar que la primera persona que entre —tiene que ser hombre joven y con pelo oscuro— lleve sal, carbón y pan. Si es así, durante el nuevo año todos los que viven en la casa tendrán lo suficiente para comer, calentarse y tener dinero. Sin embargo, la costumbre dice que si esta persona es mujer, u hombre con el pelo claro o pelirrojo, traerá consigo la mala suerte para todo el año.
► ESCOCIA: Desfile y fiesta al aire libre
El fin de año en Escocia —o Hogmanay— es una de las celebraciones más especiales del mundo. Adquirió una relevancia particular después de que el Parlamento prohibiera las celebraciones navideñas en 1647 por ser paganas, convirtiendo el día de Navidad en laborable. Aunque esto fue así hasta 1958, Nochevieja ya se había convertido en la gran celebración del invierno y una de las más importantes del año. Los escoceses comienzan, por tanto, el año con un desfile de antorchas, fiesta al aire libre y actuaciones callejeras que duran cuatro días y cuatro noches, invadiendo la ciudad de una mezcla de nuevas tradiciones y costumbres ancestrales.
► DINAMARCA: Noche de platos rotos
Una de las tradiciones más originales del norte de Europa para celebrar el Año Nuevo la encontramos en Dinamarca. El 31 de diciembre, los daneses salen a la calle para romper sus vajillas en la puerta de las casas de sus amigos y familiares, demostrándoles así cuánto les quieren. Para ello, suelen acumular durante el año platos, vasos y demás utensilios que se dedican a destrozar sin compasión esa noche. Dice la tradición que, a la mañana siguiente, el montón de platos rotos en la puerta de casa será proporcional al número de buenos amigos que se tengan.
► HOLANDA: Al agua helada
Unos 10.000 holandeses celebran la llegada del Año Nuevo bañándose en agua helada (no suele superar los 8 grados centígrados) de Scheveningen, la principal playa de la ciudad resort de los Países Bajos desde 1960. Evidentemente, el tiempo que aguantan en el agua no llega al minuto, pero lo divertido no es el baño, sino la indumentaria con la que deciden zambullirse. Para involucrarse de pleno en la tradición, es necesario ir disfrazado, y la mayoría optan por convertirse por unas horas en Santa Claus. Otras 89 localidades del país con playas y lagos reúnen cada año alrededor de 30.000 personas para participar en la Nieuwjaarsduik, con record de bañistas (36.000) el 1 de enero de 2012.
► ITALIA: La casa por la ventana
Las uvas no son la única comida con la que se celebra el fin de año. En Italia es una costumbre muy frecuente cenar lentejas porque dicen que así el nuevo año vendrá cargado de prosperidad, abundancia y dinero. Es una tradición que tiene siglos de historia: los romanos regalaban lentejas en estas fechas con el objetivo de que éstas se convirtieran en... ¡Monedas de oro!
Sin embargo, en algunos lugares del sur del país como Nápoles o Roma, también es costumbre lanzar trastos viejos por la ventana, con cuidado de los que caminen por la calle esa noche. La tradición dice que deshacerse de los mamotretos es la mejor manera de romper con el pasado y expresar el deseo de empezar un nuevo año con buen pie.
► GRECIA: Encontrar la suerte en un pastel
En Grecia la tradición más extendida consiste en reunirse en familia o entre amigos para comer el roscón de San Basilio (Vasilopita, en griego). Se trata de un pastel con una moneda escondida que traerá suerte en el nuevo año a quien le toque comerse ese trozo. El reparto se hace por orden de edad, empezando por el invitado más mayor. Después de la cena tradicional todo el mundo abandona la casa, excepto las madres, que se quedan barriendo la casa para alejar las malas vibraciones. Después, dejan la escoba en la entrada para que los vecinos corten una de sus espigas y las tiren en la casa como símbolo de bendición.
► RUSIA: Bailes y poemas para el abuelo del hielo
Los niños de Rusia esperan con ansia la llegada del Año Nuevo y no es para menos, ya que esta celebración para ellos es como la Navidad para la mayoría de los europeos. La noche de fin de año es el momento en el que los más pequeños se reúnen entorno al árbol navideño para bailar y recitar poemas al Abuelo del Hielo. El Papa Noel autóctono dedica esa noche a repartir dulces, juguetes y muñecas matrioskas, pero solo para aquellos que se hayan portado bien durante todo el año!
► POLONIA: Escamas de pescado en la cartera
Polonia es uno de los países más ricos en tradiciones de fin de año. Además de llevar ropa interior de color rojo, como es habitual también en España, los polacos suelen guardar en sus carteras las escamas del pescado que se sirve en Nochebuena para asegurar éxito profesional el resto del año. Otra costumbre relacionada con el dinero es la de pagar todas las deudas que uno tiene con los demás o la de desprenderse de cosas viejas y aprovechar para hacer una renovación de armario.
¿Y en el resto del mundo?
► ESTADOS UNIDOS: Besar a alguien después de medianoche
En Estados Unidos y también en algunos países latinos, lo primero que se tiene que hacer después de celebrar la entrada del año es elegir a una persona y besarla con el fin de atraer el amor para el nuevo año. Se cree que no haciendo esto, te esperan 365 días de soledad, en el mejor de los casos. Según un estudio de Washington Times, dos tercios de la población de Estados Unidos tenían la expectativa de compartir con alguien Año Nuevo para poder concretar el tan ansiado beso.
Esta tierna tradición se remonta nada menos que a la festividad romana de Saturnalia -celebrada en diciembre-, donde entre un festín de bebidas y comida los asistentes repartían besos por doquier. La superstición de este acto está vinculada con la fertilidad y el poder de dar vida.
► AMÉRICA LATINA: Quemar lo malo
En algunas zonas de países como México, Perú o Venezuela suelen elaborar un muñeco hecho con trapos viejos (en algunos casos lo rellenan con cohetes), para prenderle fuego y simbolizar la quema de lo malo que ha habido durante el año que termina.
Además, también en México, se tiene por costumbre barrer la casa de dentro
para afuera, para dejarla limpia de impurezas de todo tipo.
► EGIPTO: Pedir perdón y festejar para comenzar con buen pie
Quien pase Nochevieja en El Cairo podrá observar la gran asistencia a mezquitas e iglesias el día 30, a las que acuden los egipcios para rezar y pedir perdón por los pecados cometidos durante el año. Cuando cae la noche, los autóctonos se acercan a la mezquita de Alabastro, en lo alto de la ciudadela que domina la ciudad, para observar cómo aparece la nueva luna creciente en el cielo nocturno, momento en el que empieza oficialmente el nuevo año. Posteriormente, las familias se reúnen con sus mejores galas para festejar juntos la ocasión.
► FILIPINAS: La fortuna, de la mano de los lunares
El comienzo de un nuevo año nos enfrenta ante un balance inevitable y renueva las esperanzas de lograr metas pendientes. Será por eso que el hecho de alcanzar una mayor fortuna se repite en diferentes culturas. En el caso de Filipinas, los círculos representan a las monedas, la buena suerte y la prosperidad. Por eso, se acostumbra usar ropa con lunares (al mejor estilo años 60) y también guardan algunas monedas en los bolsillos, que hacen sonar a la hora que comienza el nuevo año.
► JAPÓN: 108 campanas, 108 pecados menos
Una tradición del budismo japonés también tiene como protagonistas a las campanadas en la noche de Año Nuevo. Pero no son doce, sino que desde los templos budistas nipones se hace sonar 108 veces la campana, ya que ese número es considerado sagrado y significa que quienes la escuchen podrán eliminar de su corazón los 108 defectos que tenemos los humanos, como la envidia o la ira.
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