miércoles, 12 de agosto de 2015

Las Fashion Libraries, nueva alternativa para renovar el fondo de armario

Si bien todos conocemos las tiendas de segunda mano en diferentes ciudades del mundo, últimamente ha surgido una nueva oportunidad de negocio para el sector de la moda gracias a las fashion libraries. Una novedosa forma de adquirir prendas, calzado y complementos que se abre camino en Europa. 




Las conocidas como fashion libraries o clothing libraries son básicamente bibliotecas de ropa en las que las usuarias que se hacen socias, por una módica tarifa mensual, y obteniendo un carnet propio, pueden tomar prestadas aquellas prendas que le interesen y devolverlas días después, al igual que se hace con el servicio de préstamo de libros en las bibliotecas convencionales. 

Las cuotas oscilan entre los 15 y 35 euros mensuales (dependiendo de la ciudad, y en función de lo que cuesta la limpieza de las prendas), y dan derecho a tomar prestadas entre 3 y 4 prendas a la semana, existiendo también la posibilidad de comprar algo de manera puntual. 

A diferencia de las tiendas de ropa de segunda mano, en las fashion libraries, las prendas obtenidas en el servicio de préstamo pueden ser completamente nuevas en algunas ocasiones, ya que ciertos diseñadores ceden sus creaciones a estas bibliotecas de ropa para darse a conocer, como plataforma y escaparate de sus diseños. 

Entre sus ventajas podemos destacar que gracias a este servicio de préstamo de ropa, podremos disponer de un armario infinito, teniendo la oportunidad de experimentar con diferentes estilos antes de arriesgarnos a adquirir una prenda nueva, y sobre todo y más importante, como opción más económica para nuestro bolsillo, comprando menos prendas por temporada. 


Fashion libraries around the world


Este nuevo modelo de negocio ya está triunfando en Europa, en países como Holanda, Francia, Alemania y Finlandia. 

Una de las bibliotecas de ropa más veteranas es la alemana Kleiderei, en Hamburgo, que está funcionando desde 2012 gracias a Thekla Wilkening y Pola Fendel, un par de jóvenes estudiantes apasionadas del mundo de la moda. 





En París L’Habibliothèque, en el barrio Le Marais, es la apuesta de tres hermanas, Aurelie, Alizee y Anahi, que abrieron sus puertas en septiembre de 2014, y en cuyo establecimiento pueden encontrarse prendas de firmas como Cacharel o Karine Lecchi. 





En Ámsterdam podemos acudir a Lena, fundada en diciembre de 2014 por cuatro mujeres emprendedoras de Brabante: Angela Jansen, Diana Jansen, Elisa Jansen y Suzanne Smulders, cuya idea surgió en un viaje por carretera, pudiéndose materializar tiempo más tarde cuándo tuvieron tiempo y los recursos necesarios. 






En Suecia, concretamente en su capital, Estocolmo, la visita obligada es a la tienda Lånegarderoben, abierta desde 2010, que cuenta ya con 130 miembros y una colección aproximada de 2.000 artículos. 





Al otro lado del Atlántico, en Canadá, en la ciudad de Toronto la visita sería a Pret a Preter, cuyo concepto es todavía más curioso, ya que a mayores de ser una fashion library, se suma que funcionan a base de Pop up stores (de las que ya os había hablado con anterioridad en el post La nueva tendencia de las tiendas efímeras, ¿conoces las 'Pop up stores'?), sin que esto no quite que tengan sus oficinas centrales en 216 Cedric Avenue. 


Fashion libraries en España


En nuestro país también se está abriendo camino este tipo de iniciativas, y desde enero de este año ya podemos visitar una fashion library en Barcelona, en la calle Ferlandina 51, en el barrio de El Raval. Se llama Ropateka, y está gestionada por dos hermanas alemanas, Maria y Christine Schorn, que han importado el modelo de negocio de su tierra natal para fomentar the sharing society en vez de la sociedad de consumo actual. 





De momento tienen a disposición de sus socias ropa de mujer informal de las tallas 36 a 44, alguna prenda de fiesta, así como algún complemento como bolsos. 

Según cuentan las hermanas Schorn, la Ropateca ofrece diferentes tarifas a sus socias: 
1) Por una cuota de 15 euros es posible disponer de 3 piezas de ropa en un mes. Eso sí, hay que devolverlas limpias.
2) Por una cuota de 20 euros no es necesario devolver la ropa lavada ya que las responsables se encargan de llevarlas a la tintorería.
3) Otra opción es pagar 5 euros, sin necesidad de ser socio, y alquilar una prenda de vestir durante una semana.
Para ser socias de la Ropateca hay que cumplimentar un formulario con unos datos básicos y firmar unas condiciones de uso que implican tratar la ropa como si fuera propia, y en el caso de que pase algo grave tendrán que pagar lo que corresponda. A las socias se les permite llevar prendas las veces que quieran, pero nunca más de 3 a la vez, y tienen que devolverlas en el plazo de 1 mes, y si se pasan de este tiempo tienen que pagar otros 15 euros de multa.

El perfil de usuaria de esta biblioteca de ropa corresponde a mujeres de entre 20 y 40 años interesadas en la moda y a las que les gusta probar cosas nuevas.

Si eres de las que les gusta lucir las últimas tendencias, sin duda esta puede ser una muy buena alternativa, más económica y sostenible para ir siempre a la moda!



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