El 6 de Enero de cada año se celebra el día de Reyes. Es uno de los días más esperados por los niños, dado que aquí en España (y muchos países de Latinoamérica) es la festividad de los Reyes Magos de Oriente, la elegida para que sus majestades hagan la entrega de los regalos a los niños.
Este día todo es mágico, y sobre todo la noche anterior con la Cabalgata, y la magia y la ilusión de los más pequeños esa víspera, donde todo son nervios porque la mañana siguiente... ¿habrá regalos, carbón...? Esta mañana amanecemos bien temprano con la ilusión por "ver que nos dejaron los reyes", ver "si se comieron todo lo que les dejamos"... y, lo más importante, saber si nos habíamos portado tan bien como pensábamos.
Hoy además es típico tomar de postre el Roscón de Reyes, adornado con rodajas de fruta cristalizada (escarchada) o confitada de colores variados, que suele rellenarse de nata montada o crema (aunque en la actualidad también podemos encontrarlo de moca, trufa o chocolate):
He aquí el Roscón de Reyes, tradición de un gran banquete, en el cual hay dos sorpresas para los que tengan suerte. En él hay bien ocultas, un haba y un figura. El que lo vaya a cortar, hágalo sin travesura! Quien en la boca se encuentre una cosa un tanto dura, a lo peor es el haba o a lo mejor la figura. Si es el haba lo encontrado este postre pagarás, mas si ello es la figura, coronado y Rey serás.
Con la emoción de recoger los regalos, con todos los paquetes abiertos, los envoltorios por medio, y los niños sonrientes... las fiestas navideñas empiezan a despedirse. A partir de mañana, empezaremos a desmontar los adornos y a guardar todo hasta el año que viene, cuando volverá la magia de la Navidad!
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