Colaboraciones

sábado, 9 de julio de 2016

Shopping: criterios a tener en cuenta a la hora de comprar zapatos nuevos

Si hay algo que nos encanta a muchas de nosotras son los zapatos. Son algo más que un accesorio de moda. Constituyen el detalle final de cualquier look y pueden llegar a determinar si una persona es elegante y tiene estilo. También marcan su manera de moverse y de caminar y, por lo tanto, dejan traslucir actitudes y comportamientos frente al mundo que nos rodea.

Lo malo es que cuando nos quedamos completamente paralizadas ante un bonito par de zapatos, la mayoría de las veces, terminamos comprándolos por impulso aunque no los necesitemos, e incluso dándose el caso de que luego no los utilicemos. Y es que, en muchos casos nos dejamos llevar por el aspecto de los zapatos y no por la necesidad que tenemos realmente.

Por eso hoy os traigo un post con una serie de criterios a tener en cuenta cuándo nos veamos en la tesitura de comprar o no unos nuevos zapatos. Criterios prácticos que nos vendrán muy bien a la hora de decidir. Veamos cuáles son.




¿Para qué ocasiones son los zapatos?


Seguramente cuando vayamos a comprarnos unos zapatos sepamos en qué ocasiones vamos a utilizarlos. Por ejemplo, para el trabajo, para ir a una fiesta o para hacer deporte. 

Dependiendo de cuál sea el uso de estos zapatos nos decantaremos por un estilo u otro. Si vamos a llevarlos para el trabajo, pero tenemos que andar mucho rato o hacer trasbordo en el transporte público será mejor que optemos por un zapato plano o ergonómico con tal de cuidar de la salud de nuestros pies, movernos con agilidad y no hacernos daño.

Así pues, decidiremos primero cuál será el uso principal de los zapatos. Si son para acudir a una fiesta o para ocasiones muy puntuales podemos optar por un zapato de tacón alto. No obstante, buscaremos unos que no nos duelan y nos sean cómodos al caminar, de lo contrario a la media hora no podrás andar más y tendrás heridas y ampollas en el pie. 

Por el contrario, si los zapatos son para hacer deporte compraremos un tipo de calzado específico para cada tipo de deporte, no serán lo mismo unas zapatillas para correr que unas para jugar al tenis, por ejemplo. Lo mismo si las queremos para salir a pasear o si tenemos pensado andar muchas horas con ellas puestas.


Elegir la talla y los materiales adecuados


La talla del zapato debe ser siempre la correcta, ni más grande ni más pequeña, cualquiera de estas dos te será sumamente incómoda al caminar e irá malgastando progresivamente tus pies. Aquí os muestro una tabla con las equivalencias de tallas entre Europa, US y UK, así como el tamaño medio del pie para cada una de las tallas.


Si los zapatos son cerrados veremos que nos quedan pequeños si la punta del dedo gordo toca el extremo del zapato, y grandes si nos sobra medio centímetro por delante o se nos sale el talón al caminar. Intenta siempre probarte ambos zapatos (el derecho y el izquierdo) en la tienda y andar un poquito. De este modo sabrás si te son cómodos o no. Recuerda llevar unos calcetines, y ten en cuenta que si no llevas los calcetines adecuados cuando te pruebes los zapatos (gruesos o finos, dependiendo de si los zapatos son para el invierno o el verano respectivamente), te parecerán más grandes o pequeños de lo que realmente son.

Si lo que estás comprando son unas sandalias intenta que no se te salga el dedo gordo por delante al caminar ni que te sobre espacio por la zona del talón, puesto que de ser así te dolerán los pies al llevarlas y no podrás usarlas. Probablemente en la tienda nos den una bolsa de plástico para poder probárnoslas sin calcetín.

Materiales como la piel y los zapatos ergonómicos son ideales para la salud de tu pie. No obstante, ten cuidado con la piel, ya que muchos zapatos contienen este material pero son demasiado rígidos. Si el zapato es demasiado duro no podrá adaptarse a la forma de tu pie al caminar y, poco a poco, irá dañando tus pies. Seguramente que a los pocos días ya no puedas ponértelos debido al dolor que te están causando o porque sientas que no es nada cómodo andar en ellos.


Elegir el tacón más cómodo


Elegir una altura de tacón adecuada en función de la ocasión y de la altura a la que estemos habituadas es clave. De hecho, es de las primeras consideraciones que debemos tener en cuenta. 

Los zapatos de tacón altos pueden ser muy bonitos y es un hecho que estilizan más que ninguno pero no siempre son sinónimo de comodidad, así que un stiletto con un tacón de entre 4 y 6 centímetros es siempre una buena opción para aquellas que quieran llevar tacones a diario. 
 

Si tienes un evento más formal y quieres llevar un zapato con un poco más de tacón, pero no estás acostumbrada, siempre es recomendable optar por un zapato de tacón de altura media o tacones anchos que aportan mayor estabilidad y seguridad al andar.
 
Si lo que queréis es bailar toda la noche mejor decantaros por zapatos con un poquito de plataforma y con un tacón no mayor de 11 cm. Sobretodo tiene que sujetarse bien al pie y el tacón cuanto más vertical y mas hacia atrás mejor porque te dará más apoyo.

Si te encanta ir de tacones pero realmente no es tu fuerte entonces es mejor que optes  por las plataformas y si tienen un poquito de plataforma delantera mejor.


¿Con qué outfits combinan bien?


Muchas veces, compramos zapatos en colores que no nos combinan con nada de lo que tenemos en el armario, dejándonos llevar simplemente por lo bonitos que nos parecen en ese momento en la tienda. Si no quieres que éstos se queden guardados en tu armario por una eternidad, piensa muy bien en las prendas con las que los puedes combinar. Si no hay nada que les quede bien, descarta la idea de llevártelos a casa.

 

¿Cuál es la mejor hora para comprar calzado?


El mejor momento para adquirir zapatos es en la tarde-noche, en las últimas horas del día. El motivo es que la circulación sanguínea cambia a lo largo del día, y a última hora los pies están ligeramente más hinchados. 




Si te pruebas los zapatos en las primeras horas del día, tu pie será ciertamente más pequeño, puede que se hinche a lo largo del día y finalmente el zapato no te quede bien. Si los compras más tarde, seguirán quedándote bien por la mañana.

Esto hace que cuando te pruebes un zapato, puedas comprobar si te sientes cómoda con ellos aun cuando tus pies estén cansados.
  

¿Cuál es tu presupuesto?


Todos los zapatos no valen igual. Sin embargo, seguramente no te importe pagar un poco más si de este modo te aseguras de que los zapatos no te harán daño y puedan durarte durante años. También es cierto que a veces pagar un precio más alto por un calzado no siempre implica que sea mejor que otro, por ejemplo ciertas marcas cobran más por un producto que es exactamente igual que otro solamente por el prestigio de la marca. No hace falta invertir una fortuna, sino saber comprar los pares indicados.

En resumen, es importante que elijamos los zapatos con cuidado, buscando aquellos que mejor se ajusten a nuestras necesidades ya que un calzado inadecuado puede dar lugar a diferentes dolencias en los pies y, a largo plazo, provocar problemas más graves como dolores musculares, articulares y traumatismos.